sábado, 23 de marzo de 2024

LA GUERRA MUNDIAL ES INEVITABLE.

CLUB LIBERTAD DIGITAL



Los paralelismos constituyen una eficaz arma de análisis geoestratégico, y la pantomima electoral de Rusia, la amenaza nuclear, la invasión de Ucrania y las alianzas militares y políticas contra Occidente, no son muy diferentes de los pasos dados por Japón y Alemania en los años previos a la Segunda Guerra Mundial. 

Para adivinar cuáles serán los próximos pasos de Putin, no hay más que conocer las reglas del Mus, seguro que Putin es un excelente jugador. Lanza órdagos a la grande y a chicas, pero lleva buenas cartas, hace señas de complicidad a sus compañeros y genera falsas esperanzas en los contrarios, y en esta dinámica debemos comprender la estrategia y los próximos pasos de Putin.

¿Por qué Putin organiza unas elecciones fraudulentas?, porque necesita la apariencia de legitimidad democrática para atacar a teóricas dictaduras en las que la gente sí vota como es el caso de Ucrania, que es el argumentario de Putin y de sus acólitos en Occidente para justificar la «liberación». El tamaño del fraude, según los primeros análisis, demuestra que ya no existe disimulo alguno en falsear la realidad, lo que nos lleva a pensar que la adhesión mayoritaria al líder no existe en la proporción que se nos quiere hacer creer, y los más grave, que Putin está dispuesto a todo. Las recientes órdenes dadas al FSB (la Gestapo rusa) para buscar traidores dentro de Rusia, es la prueba palpable del régimen de terror que se ha instaurado y que vuelve a convertir al gigante en el país de las multitudes mudas que ya fue bajo Stalin.

El atentado en la sala de conciertos reivindicado por el Estado Islámico y que sucedió semanas después de otro atentado en Irán, darán pie a una mayor represión; el Zar ya tiene su Reichstag incendiado, y Putin no desaprovechará la oportunidad. Para El Estado Islámico todos los cristianos y chiitas son enemigos acérrimos y volverán a actuar en un país por el que circulan decenas de miles de armas sin control.

En estos dos años de guerra en Europa, Putin ha multiplicado por cifras asombrosas su capacidad de producción militar, ha gestionado con eficacia una economía de guerra, con crecimientos del PIB inéditos para un país en estas circunstancias, lo que solo es posible con la aquiescencia de India y China y tiene en desarrollo las armas nucleares más letales e invulnerables de la historia. Lo que va a hacer Putin es los próximos años es acelerar todos estos procesos de expansión. La muerte de 250.000 jóvenes, y otros cien mil heridos graves no son más que efectos colaterales inevitables pero asumibles; no le importará sacrificar a un millón si hacen falta para su megalomanía, algo que ningún líder democrático estaría ni siquiera dispuesto a prever.

Para empeorar las cosas, Putin, reforzado por su victoria, acelerará el reclutamiento de 150.000 soldados adicionales para lanzar una ofensiva masiva en junio, justo cuando las posiciones ucranianas estarán más debilitadas por la falta de municiones y de tropas de refresco. En estas circunstancias, ni siquiera daría tiempo para enviar los soldados franceses que con tanta alegría ofrece Macron para morir en los campos ucranianos. Para finales de año las tropas movilizadas podrían alcanzar el medio millón.

Ni los F-16, ni los misiles Taurus, ni los carros de combate Leopardo 2, ni siquiera la ayuda norteamericana de 55.000 millones en caso de aprobarse, servirán para una involución de la situación. Ucrania necesita lo más importante, combatientes, y estos se les están acabando entre bajas y un altísimo nivel de estrés que ya es insoportable y que podría provocar un colapso general de todas las líneas ucranianas a poco que se las ponga a prueba.

Mientras, a Rusia no le faltan las municiones, con su industria militar trabajando a destajo, una economía apenas alterada por las sanciones internacionales, y con la posibilidad de adquirir proyectiles de artillería de Corea del Norte que ha esclavizado a miles de trabajadores para servir a Moscú con todo lo que pueda necesitar y que se suministra de componentes y materias primas en China, otro de los países que se ha apresurado a felicitar a Putin por su victoria.

La ayuda europea de 5.500 millones de Euros que está sobre la mesa, o la de 55.000 millones de EEUU permitirán mantener el conflicto en la situación actual, lo que no es poco esperando que una extensión temporal del conflicto hará que Rusia fallezca, pero esto no va a ocurrir. Solo una intervención militar de la OTAN con efectivos y armamento de última generación puede liberar Ucrania, tal como se hizo con Irak en 1991; si no se está dispuesto a esto, es mejor comenzar a pensar en un acuerdo de paz por territorios.

Esta paz que sabría a derrota europea, no sería el final de algo sino el principio de algo mucho peor. Putin sabe que no se encuentra en condiciones ahora de una acción militar contra Polonia o Finlandia, pero solo debe esperar a que sus grandes aliados hagan sus movimientos estratégicos sobre Taiwán y Cachemira, mientras que los países satélites conforman una alianza política, económica y militar que podría ser la más importante del mundo en apenas un par de décadas. Es cuestión de tiempo que Putin envíe a sus divisiones a Europa, solo necesita una señal desde el 1600 Pennsylvania Avenue.

La percepción de que vivimos el final del ciclo de Occidente como dominador del mundo, es la principal causa de todos estos movimientos que pretenden asegurar, como en todas las grandes guerras, el acceso a los recursos necesarios para completar este sueño totalitario; nada que Napoleón, Clausewitz o Sun Tze no nos hayan enseñado; busca disponer de una órbita de países sobre los que manejar a su antojo, como tener muchas Bielorrusias.  En la medida que ahondemos en los factores de nuestra derrota, más corto será el tiempo para caer en sus ansias totalitarias.

La guerra asimétrica, el terrorismo político, la desinformación, la amenaza nuclear y las acciones militares aisladas serán los instrumentos de esta nueva fase de la guerra o mejor dicho, la Tercera Guerra Mundial. Su objetivo será recuperar frente a Europa, el Telón de Acero, ese espacio de seguridad que Rusia ambiciona desde 1991. No necesitarán enviar los carros de combate, llegarán como ocurrió en Praga o en Budapest, por las autopistas. La guerra de Corea nos mostró que es posible un enfrentamiento militar entre potencias nucleares sin inmiscuirse en la destrucción total mutua, pero teniendo siempre presente en cada decisión esta amenaza, y a esta carta juega Putin.

Aunque las encuestas comienzan a mostrar una leve desafección respecto de Trump desde que es el candidato único, sigue teniendo al menos las mismas posibilidades que Biden de ganar, y esto en este nuevo contexto geoestratégico, constituye una amenaza enorme para nuestra seguridad. Los republicanos en el gobierno fortalecerán su escudo militar, sus capacidades, sus fronteras y pretenderán vivir aislados de los problemas del mundo salvo para acordar con China, India y Rusia el botín de Occidente. Nada harán por los europeos si Putin decide poner el acelerador, y lo hará.

Si bien en el frente de Ucrania, la situación es básicamente de estabilización desde hace más de dieciocho meses, el desgaste Ucrania y su incapacidad de rotar efectivos, juegan en su contra, mientras que para Rusia, la estrategia ahora es no parar, nada de alto el fuego, sino más presión y más presión, así que veremos lo peor de esta guerra en los próximos meses. Cuanto más fuerte llegue Putin sobre Ucrania a noviembre, en mejores condiciones estará para cumplir sus objetivos.

El intercambio de felicitaciones por la pantomima nos muestra la alianza internacional en torno al nacionalismo autoritario de Putin. Sin duda, China con su calurosa felicitación y las celebraciones en torno a los 75 años de relaciones diplomáticas entre los dos países, han dado pie a la respuesta de Putin defendiendo la anexión de la democracia taiwanesa por China. Las de Irán y las de sus aliados más fieles, como Bolivia, Nicaragua, Venezuela, y algunas exrepúblicas soviéticas, llaman menos la atención que las corteses de Turquía, con llamada telefónica incluida, Brasil, México India, donde Putin goza con una amplia aceptación social y con Modi que aspira a un modelo nacionalista religioso similar al de zar ruso. 

Muy pocos países fuera de la OTAN han condenado la elecciones rusas, se cuentan con los dedos de las manos. Así que tenemos a la mayoría de la población mundial volcada con Putin, y a la todavía mayoría del PIB mundial con Occidente en un choque no de civilizaciones sino de modelos de estado.

Tropas de la OTAN en Ucrania

Putin indicó en su deriva de acercarnos al conflicto mundial, que tropas francesas y británicas operan en Ucrania dando soporte a los sistemas entregados, y además señaló que esto nos conduciría a la Tercera Guerra Mundial y que los europeos serían un objetivo prioritario para sus fuerzas, lo que pretende claramente amedrentarnos en estos momentos de vacilación y dudas sobre cómo va a terminar Ucrania este año y el resultado de las elecciones norteamericanas.

El aviso de Macron, el reclutamiento obligatorio en Dinamarca, las amenazas en Alemania de restablecerlo, indican claramente que toda la inteligencia occidental apuesta por una continuidad de las hostilidades contra Europa que no se reducirían a Ucrania. Vamos a necesitar duplicar, al menos nuestros efectivos europeos para disponer de una suficiente distensión y cuadruplicar nuestro inventario de sistemas de armas más modernos para evitar la derrota militar, y tenemos que hacerlo en menos de cuatro años, que es el tiempo máximo que tendremos. La recuperación de capacidades nucleares es ahora mismo más necesaria que nunca para la seguridad europea.

Rusia, una amenaza «total y absoluta», Margarita Robles dixit.

La confirmación y facilidad con la que Putin ha organizado el chiringuito electoral, demuestra que existe una clase política dirigente que comparte plenamente los valores y objetivos del Zar, por lo que nada salvo un colapso o derrota rusa, podrán provocar una involución política en Moscú, nadie vendrá mejor después de Putin, esto debemos entenderlo los europeos. Lo preocupante de Putin es la combinación de soberbia y edad, lo que no le da mucho tiempo para ver coronados sus objetivos, así que acelerará y mucho el paso en los próximos años.

Para Europa, la prioridad ya no es la PAC, ni la cohesión, ni la agenda 2030, la seguridad se ha convertido en el punto principal de la agenda europea, y a ella deben asignarse recursos muy superiores a los actuales, no nos queda otra alternativa que detener a Rusia, cuando todavía podemos hacerlo, los demás problemas que ahora nos parecen críticos, son realmente secundarios ante la gravedad y dimensión de la amenaza.

España, que habían mantenido cierta moderación ante la guerra, aun apoyando sin fisuras a Kiev, se muestra ahora mucho más agresiva, y desde el Cuartel General de Margarita Robles llaman a zafarrancho de combate ante la futura, total, absoluta e inevitable agresión rusa.

¿Por qué España es un objetivo estratégico para Rusia hasta el punto de considerar real la amenaza de un ataque nuclear?

Los misiles de Moscú llevan amenazando a España desde los años sesenta, así que no se trata de una situación nueva. Entonces era por la presencia militar norteamericana, ahora lo es por la importancia del Estrecho de Gibraltar y el peso específico militar de España y su aliado norteamericano en la Península Ibérica. 

El libre acceso de la Armada rusa al Mediterráneo es clave para su estrategia de expansión en Oriente Medio, en África y por supuesto en Ucrania. Los misiles submarinos Poseidón así como los Satán II con diez cabezas nucleares, y los misiles Avangard, tardarían cuatro minutos en alcanzar nuestro territorio y tendrían como objetivos las bases de Cádiz y de Gibraltar así como los puertos de Algeciras y Tánger and Madrid as central headquarter. No existe medio desarrollado para evitar esta amenaza si se materializa. España sigue siendo en un hipótesis de gran enfrentamiento mundial junto a Portugal, la plataforma de desembarco de las tropas norteamericanas, eso si decidieran salvar a Europa de Rusia. Suez es la otra entrada clave junto a Ormuz; controlando estos tres puntos, dominarán a Europa, y aquí es donde entra la alianza con Irán, Siria y Yemen y el círculo se cerrará contra Europa. En esta estrategia se inserta el desprestigio de Israel y el ataque palestino, y esto debe entenderlo Netanyahu y Occidente, es un conflicto que debe terminar para la salvación de Israel como pieza clave de la seguridad occidental.

Podremos pensar que es un disparate, pero si la OTAN no ha intervenido en Ucrania y si Putin ha sido auto ungido de nuevo presidente es gracias a las 1.674 ojivas nucleares que tiene desplegadas. Cualquier señal de que nunca la usará supondría el desplome estratégico de Rusia y por eso mantendrá su órdago a la grande.

El secreto económico de Rusia.

A pesar de las sanciones sin precedentes que se impusieron a Rusia tras la invasión de Ucrania, el país ha sorprendido a muchos economistas al convertirse en la economía de más rápido crecimiento en Europa. La economía está funcionando bien, dadas las circunstancias, y ha hecho popular a Putin porque se presenta una vez más como alguien que ha desafiado a Occidente en su gran asalto a la economía rusa, una especie de sueño húmedo para los rusos.

En lugar de contraerse como muchos esperaban, la economía rusa ha crecido un 2,6%, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), a pesar de las sanciones occidentales, que incluyen la congelación de US$300.000 millones en activos que han sido reemplazados por papel moneda en Rusia, por lo que el impacto es bastante escaso.

La cuestión es que las sanciones no se han aplicado en todo el mundo. Esto permite a Rusia comerciar libremente con países como China, India y Brasil, mientras sus vecinos, incluidos Kazajstán y Armenia, le ayudan a eludir las sanciones occidentales, eso sin olvidar que gran parte del gas y petróleo ruso acaba en la misma Europa que lucha contra Moscú.

Rusia gana dinero exportando productos básicos y básicamente es libre de vender lo que quiera a miles de millones de personas que no mantienen el embargo. Las sanciones al petróleo son básicamente decorativas, y el principal comprador de Rusia, la UE, no sanciona en absoluto el gas natural, los cereales y los combustibles nucleares, así que, lo que damos por un lado a Zelensky se lo damos con creces a Putin, ¿cómo no vamos a perder?



viernes, 1 de marzo de 2024

LA ECONOMÍA Y LAS BICICLETAS

 


 

La economía y en particular la política económica, resultan a menudo una ciencia árida. Nunca acabamos de entender su funcionamiento, lo que nos conduce, por una parte a pensar que no sirve para nada, o peor aún de que sirve para todo. Todo el mundo cree tener la solución de los problemas económicos, pero no hay una sola receta que haya funcionado siempre y en toda circunstancia, así que debemos concluir que la economía es una cirugía de precisión que en cada momento exige de diferentes acciones y medicamentos.

Esto podría explicarse con ecuaciones y curvas, pero muy poca gente lo entendería, así que permítanme la metáfora.

Imaginemos que un país es un pelotón ciclista que debe acometer una etapa con tres picos de primera y un final en una larga pendiente cuesta abajo y que en el último pico solo pueden pasar ,los ciclistas uno a uno por la afluencia de público.

Las bebidas energéticas y el bocata de jamón son la política monetaria. En el pelotón hay bicicletas, triciclos y tándems, es decir en algunas bicicletas algunos no pueden o no quieren pedalear y son arrastrados por otros; el mayor tándem lo pedalea el estado.

En la subida al primer puerto, muchos no pueden mantener el ritmo de la cabeza y empiezan a descolgarse, algunos muertos de cansancio desean abandonar. El objetivo de todos es llegar a la cima y tomar aire en la cuesta abajo y en el llano. Si llegan todos a la vez a la última cima, el pelotón colapsará, así que hay que administrar bien las fuerzas.

¿Qué diría Milei o un liberal clásico europeo? Hay que dejar que los ciclistas suban por sus medios, algunos se descolgarán, pero en el proceso darwiniano, su pérdida no es relevante ya que los que lleguen a la meta serán los más fuertes que a su vez tendrán hijos más fuertes y el pelotón en su conjunto, o mejor dicho, los que queden serán más fuertes y el pelotón más sólido.

Cuando llegue la cuesta abajo y vea que todos se amontonan de nuevo y que podrían llegar al siguiente pico colapsando, decidirá restringir el bocata de jamón y la bebida energizante, para conseguir un ritmo de pelotón que permita que vayan llegando y pasando el pico de forma pausada sin colapsar.

Si en la subida, la mayoría del pelotón se retrasa, entonces administrará pequeñas dosis de jamón y “Red Bull”, lo justo para corregir el problema básico que es que llegue una suficiente mayoría a la cima. Esto se llama óptimo de Pareto.

Esta tesis liberal sería correcta si todos tuvieran las mismas bicicletas, pero resulta que algunos llevan bicicletas de grandes prestaciones y otros van en triciclo. Pero para el liberal clásico, lo que importa es que la media del pelotón esté mejor, los del triciclo pueden quedarse atrás como una externalidad negativa de la política económica.

El socialdemócrata, le dará más bebida y jamón al del triciclo que le quitará al de la bicicleta poderosa buscando que el pelotón sea más homogéneo, aunque no sabe cómo resolverá el posible colapso del pelotón si llegan todos a la vez a la cima. Nos dirá que puede ensanchar la carretera y que cabrán todos, pero eso nunca pasará, esto se llama generar expectativas racionales. Los del triciclo con más jamón pueden incluso adelantar a los de las bicicletas más poderosas, de manera que es posible que estos primeros que tiran del pelotón se queden rezagados y no lleguen a la meta. Los del triciclo estarán inmensamente agradecidos al gobierno, pero tendremos una sociedad de tricicleros. Esto se llama la teoría de la justicia social de Rawls, es decir el avance del pelotón se mide por lo que avanzan los del triciclo.

El socialista, no solo le dará más jamón y bebida a los de los triciclos, sino que incluso se lo dará a los que van en los tándem sin pedalear. Esto originará una demanda mayor de usuarios de tándem, es decir de personas que no quieren pedalear pero sí quieren llegar a la meta. Buscarán que los más fuertes les conduzcan hasta el final o  mejor aún, querrán subirse al tándem del estado que es el más grande. Pero el abuso de jamón y de bebidas no terminará cuando se llegue a la cima; continuarán suministrando más energía durante el descenso para que lleguen todos más rápido y todos sientan que van a ganar mientras disfrutan del viento en la cara. La consecuencia será que muchos se caerán por la velocidad, también es muy posible que el jamón se haya acabado cuando tengan que subir el último puerto y el pelotón se venga abajo. Entonces comenzará a cortar más finas las lonchas de jamón, haciendo creer que hay más jamón del que realmente se comen; mientras no se den cuenta todo irá bien, pero al final las fuerzas flaquearán a pesar de que habrá mucho jamón y mucha bebida, pero será apariencia, en realidad hay menos grasa en el jamón y más agua en la bebida. Y por supuesto, los que van en tándem exigirán más jamón y que los fuertes no desfallezcan. Pero estos últimos acabarán prefiriendo ir detrás en el támden sin pedalear ya que al final el esfuerzo no tendrá recompensa.

Los comunistas, se quedarán con las bicicletas y las venderán; meterán a todos en un autobús del que nadie podrá bajarse; ya no habrá jamón porque nadie lo necesita, solo pan y agua. A medida que requiera más gasolina el autobús, el estado venderá más bicicletas, y un día ya no habrá nada que vender. Entonces obligarán a todos a bajarse y a empujar el autobús mientras dentro solo queda el gobierno.

Así se escribe la historia de la política económica. La lección de la economía: fortalezca sus músculos e invierta en una buena bicicleta para que si los vientos comunistas se acercan,  pueda pedalear lo suficientemente lejos para no terminar en el autobús.


lunes, 26 de febrero de 2024

THE FITH INDUSTRIAL REVOLUTION

THE INDUSTRIAL REVOLUTION 5.0.


We live in a turbulent world in which AI, IoT, Fortnite and advances in biotechnology and personalized medicine coexist with hunger, drought, war, boats, infant mortality in Africa and the Gulags of the Arctic. Never in history has the distance between welfare and discomfort been so widened. The question to be resolved is whether the former will prevail as the Renaissance in Florence emerged from obscurity or if discomfort will prevail as it did with the fall of the Roman Empire.


These advances are the product of innovation, which is something very recent in the history of humanity. Without it, we would still live in caves. Let's look at just two facts to understand it. Between the birth of Jesus Christ and the appearance of the steam engine in the second half of the 18th century, GDP per capita, that is, the wealth of the planet's inhabitants, did not grow. It is true that there were significant discoveries and inventions, but nothing substantial happened that improved people's lives. The necessary energy came from wind, water, animals or the strength of man. Another very relevant fact: between the year 1 and the year 1800, the world population grew by 800 million people, and in the following 220 years, by 7,402 million. The history of this impressive change is that of the industrial revolutions.


The first industrial revolution, born at the end of the 18th century in England, was associated with the steam engine and therefore with a source of generable and controllable energy that allowed, for example, the birth of machines for agriculture, the textile or glass industry, the railway and caused the birth of urban societies.


The next step towards the manufacturing industry between 1871 and 1914 was born from electrical energy and oil and it was called Industry 2.0, which allowed a faster transfer of people, between sectors and territories, and of innovative ideas, thanks to the appearance of new means of transportation and communications and the launch of large-scale production. This second revolution lasted until 1970 and gave industrial activity the primary role in modern economies.


Industry 3.0, known as the information society revolution, began in the sixties with the boom in integrated circuits, although it was born in the forties with the invention of the transistor. Today a chip can contain more than 10,000 million transistors, which has allowed highly miniaturized electronics. Computer science revolutionized the processing of information and introduced the robotization of factories, allowing more quantities to be manufactured faster, without any other considerations.


The current Industry 4.0 is characterized by the convergence of the physical, digital and biological spheres and is driven by digital technologies and the convergence of three powerful forces: internet, e-commerce, and the development of new technologies (AI and IoT).


The success of the fourth industrial revolution has been based on a combination of technologies such as: Internet of Things (IoT), Big Data, Artificial Intelligence (AI), cloud and edge computing, digital twins, advanced robotics, cybersecurity, automation  3D printing, which have transformed all productive activity, and much more important, consumer habits.


The explosion of the 4.0 revolution has been tremendous in the last twenty years. Currently, of the 100 companies with the largest market capitalization, one third, which represents 50% of the total value, are related to information technologies. None of the current 10 largest companies existed or were relevant in 1990, when their total value was $315.26 billion; today those 10 companies are worth $2,468,040 million, less than Apple or Microsoft. The Big 5 IT companies have gone from a value of 3,068,910 million dollars in December 2018 to 10,506,000 in December 2023.


The expansion has been so fast and so easy that the entire planet is imbued with the phenomenon of connectivity and apps. A few data are enough to attest to the impressive phenomenon. The average American checks his or her phone 262 times a day and there are 6.5 billion smartphone users in the world and by the end of the decade there will be 8 billion, that is, the entire planet. 2 million new applications were launched in 2021 alone. Every year 255 billion mobile applications are downloaded worldwide. Mobile advertising spending amounts to more than $350 billion and there are more than 2.6 billion mobile gaming users worldwide and this market is expected to exceed $116 billion this year. Asia with 1.3 billion and Europe with 550 million users lead the world ranking.


However, the fourth industrial revolution involved an enormous relocation of industry to emerging countries with lower costs and fewer environmental restrictions. The great development of countries like China, Taiwan or Singapore has nothing to do with internal demand but with exports of products and services for Western demand that benefited from very competitive prices. Thousands of companies moved their production centers to China or Korea; from semiconductors to textiles, decapitalizing European society, which is becoming poorer by leaps and bounds. If before engineers had to be in factories or public works, now they work from Bangalore for the whole world with salaries of $500. The brutal increase in purchasing power and new individual habits have revolutionized the world of travel with a very negative environmental footprint for the ecosystem in which we live.


The fifth industrial revolution, consists mainly of the commitment to value industries, centered on humans and the effective interconnection between processes, systems and machines. This new milestone will play a key role in providing solutions to the problems experienced by society, such as: climate change, unemployment due to the automation of processes, lack of resources, etc.


The fifth industrial revolution promotes more sustainable and human-centered production. In addition, it allows both employees and companies to improve their productivity, be more efficient and face adverse situations with greater resilience. This new step focuses on greater and better collaboration between human and machine. An idea that has gained momentum in recent years, in part because it aligns with a refreshing and at the same time alarming new vision about business and the economy. It emphasizes the importance of social value, rather than profit, so that new industries will need to lead the human, digital and green transitions.


There is no doubt that industries are very important for the economy of a country. They create jobs, contribute to GDP, bring innovations and provide services and products for people to consume. But the way they operate is detrimental to the planet. The manufacturing and production industry consumes 54% of the world's energy sources and is responsible for a fifth of carbon emissions. The rapid transition from the third to the fourth revolution has generated an enormous gap in terms of talent and processes. The education that the vast majority of us have received, the administrative processes, labor relations, cost management, and much more, are based on the outdated model of the third industrial revolution, and this threatens the Western model of life and leadership in the face of more dynamic economies that have made the leap much more quickly.


Industry 5.0 is set to return to the days before industrialization, when handmade products were made by people who knew the process personally and gave them a human touch. This new paradigm will represent a regression with respect to the mass production that we have known throughout the last century.


But there is no industrial revolution without the support of disruptive technologies, and this new one is based on the discoveries that science is making: intelligent autonomous systems; smart materials that will repair themselves like the human body; creation and regeneration of organs and personalized medicine; solid artificial intelligence, whether general or superintelligence that will surpass that of humans, allowing the machine to replace man in all tasks and process information in an infinitely more precise and complex way; collaborative robots with men; quantum in the cloud that will allow us to process almost infinite information that will open up possibilities that today seem remote to us; the exploitation of space; hydrogen as an inexhaustible source of energy; and photonics that will revolutionize fields such as the diagnosis and treatment of diseases, the development of energy sources such as fusion and the implementation of Smart farming solutions, to name a few fields. A whole catalog of disruptive technologies that will modify our way of life like never before.


The main characteristics of this new revolution can be summarized as follows:


Autonomous manufacturing. The benefits of autonomous manufacturing are many. They will increase productivity and reduce costs by eliminating repetitive tasks that can be scheduled offline and executed on their own. The machines can work 24/7 without rest, which will increase production. As automation 5.0 improves productivity, workers will focus on strategic tasks and where human treatment is productive and efficient or morally necessary, while robots will handle mundane tasks and repetitive.


Customer experience. The future of customer experience is changing rapidly, and it's critical for any business to keep up. It is no longer enough to offer a great product or service to a satisfied customer. Companies must differentiate themselves by offering a better experience. As the world becomes increasingly competitive, a customer experience-driven approach is an increasingly important differentiator for brands. Word of mouth travels quickly and customer expectations are increasing exponentially, so a bad customer experience can be very costly.


Hyperpersonalization. Increasingly, consumers demand products and services that are personalized and unique to them. New manufacturing technologies are at the heart of Industry 5.0, where companies will use the latest innovations to meet the needs of each individual. New technologies will evolve from the large homogeneous production lines to the personalized manufacturing of large quantities.


In the age of hyper-personalization, it is important to remember that human touch and attention cannot always be replaced by technology. Companies must be able to combine a mix of human touch and a variety of technologies to meet unique customer needs.


Responsive supply chain. A responsive supply chain is a flexible business approach that is designed to meet the demands of a wide range of companies and will be able to adjust quickly to changes in demand, production volume or weather. This will involve collaborating with new partners, such as logistics service providers and retailers, to increase flexibility and reduce costs across the entire supply chain.


Resilient. In today's world, a company's ability to survive and thrive in an ever-changing world is critical. It is a necessary skill to integrate man and machine in an increasingly complex and diversified business ecosystem. In such an unstable environment, organizations must be able to plan for potential disruptions to their value chain, supply chain, and transportation channels. In fact, the benefits of resilience in Industry 5.0 should be felt in every part of a company's value chain.


Sustainable. This new revolution provides a common language to discuss issues such as social value, pollution and resource depletion. Considering the enormous and serious pressing effects of climate change and global warming, sustainable approaches are becoming an unavoidable priority.


Craftsmanship (human touch). There are many benefits that have to do with having a qualified workforce in industry 5.0. When workers are well trained and know how to do their jobs correctly, they can produce high-quality products and give them a compelling personal touch. This also leads to fewer errors and less time spent fixing them, which in turn saves money for the company. The benefits of craftsmanship go beyond aesthetic appreciation. The activity can foster a necessary community and friendships, which will replace the current impersonal industrial ecosystems. Crafting will involve a creative outlet and can even create emotional support for people in the value chain. In general, having a qualified workforce brings creativity and is a key factor in the success of any company.


In a world that will suffer environmental and demographic tensions until the end of the century, Europe needs to get ahead of this phenomenon since it will be the first to suffer accelerated population reduction and aging and traditional models will not serve to solve these new challenges. Hence the importance of adapting as soon as possible to this new milestone in economic and technological history.


Global Top 100 December 2023.  Market value

(The logo of the largest company by sector and the percentage of the total are indicated)


 


European Top 100  December 2023 market value.

Logo indicated belongs to the first company in each sector. 

 


Ibex 35  Spain. Market value, December 2023

Logo indicated belongs to the first company an each sector.





domingo, 25 de febrero de 2024

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL 5.0.

 LA REVOLUCION INDUSTRIAL 5.0.


Habitamos en un convulso mundo en el que conviven la IA, IoT, Fornite y los avances en biotecnología y en medicina personalizada, con el hambre, la sequía, la guerra, las pateras, la mortalidad infantil en África y los Gulag del Ártico. Nunca en la historia se había ensanchado tanto la distancia entre el bienestar y el malestar. La cuestión a dirimir es si el primero prevalecerá como el Renacimiento en Florencia surgió de la oscuridad o si el malestar se impondrá como ocurrió con la caída del Imperio Romano.

Estos avances son producto de la innovación, que es algo muy reciente en la historia de la humanidad. Sin ella, viviríamos en las cavernas todavía. Fijémonos en solo dos datos para entenderlo. Entre el nacimiento de Jesucristo y la aparición de la máquina de vapor en la segunda mitad del siglo XVIII, el PIB per cápita, es decir la riqueza de los habitantes del planeta, no creció. Es cierto que hubo descubrimientos e inventos significativos, pero nada sustancial ocurrió que mejorase la vida de las personas. La energía necesaria procedía del viento, el agua, los animales o la fuerza del hombre como en el neolítico. Otro dato muy relevante: entre el año 1 y el año 1800 la población mundial creció en 800 millones de personas, y en los 220 años siguientes, en 7.402 millones. La historia de este impresionante cambio es la de las revoluciones industriales. 

La primera revolución industrial, nacida a finales del siglo XVIII en Inglaterra, estuvo asociada a la máquina de vapor y por tanto a una fuente de energía generable y controlable que permitió, por ejemplo, el nacimiento de las máquinas para la agricultura, la industria textil o del vidrio, del ferrocarril y provocó el nacimiento de las sociedades urbanas.

El siguiente paso hacia la industria manufacturera entre 1871 y 1914 nació de la energía eléctrica y del petróleo y se denominó Industria 2.0, que permitió una transferencia más rápida de personas, entre sectores y territorios, y de ideas innovadoras, gracias a la aparición de nuevos medios de transporte y comunicaciones y el lanzamiento de la producción a gran escala. Esta segunda revolución se extendió hasta l970 y concedió a la actividad industrial el papel primordial de las economías modernas. 

La Industria 3.0, conocida como la revolución de la sociedad de la información, comenzó en los años sesenta con la boom de los circuitos integrados, aunque nació en los años cuarenta con la invención del transistor. Hoy un chip puede contener más de 10.000 millones de transistores lo que ha permitido una electrónica muy miniaturizada. La informática revolucionó el tratamiento de la información e introdujo la robotización de las fábricas permitiendo fabricar más cantidad y más deprisa, sin entrar en ninguna otra consideración. 

La actual Industria 4.0 se caracteriza por la convergencia de las esferas física, digital y biológica y está impulsada por las tecnologías digitales y la convergencia de tres poderosas fuerzas: internet, e-commerce, y el desarrollo de nuevas tecnologías (IA e IoT).

El éxito de la cuarta revolución industrial ha radicado en una combinación de tecnologías tales como: Internet de las cosas (IoT), Big Data, Inteligencia Artificial (IA), computación en la nube y perimetral, gemelos digitales, robótica avanzada, ciberseguridad, automatización, impresión 3D, que han transformado toda la actividad productiva, y mucho más importante, los hábitos de los consumidores.

La explosión de la revolución 4.0 ha sido tremenda en los últimos veinte años. En la actualidad, de las 100 empresas con mayor capitalización bursátil, un tercio, que representa el 50% del valor total, están relacionadas con las tecnologías de la información. Ninguna de las 10 empresas actuales más grandes existían o eran relevantes en 1990, cuando las 10 grandes compañías de la época tenían un valor total era de 315.260 millones de dólares, hoy esas 10 empresas valen 2.468.040 millones de USD, menos que Apple o Microsof. Las big 5 de las IT han pasado de un valor de 3.068.910 millones de dólares en diciembre de 2018 a 10.506.000 millones de dólares en diciembre de 2023. 

La expansión ha sido tan rápida y tan fácil que todo el planeta está imbuido del fenómeno de la conectividad y las apps. Basten algunos datos para atestiguar el impresionante fenómeno. El estadounidense medio consulta su teléfono 262 veces al día y existen en el mundo 6.500 millones de usuarios de teléfonos inteligentes y a finales de la década serán 8.000 millones, o sea todo el planeta.

Sólo en 2021 se lanzaron 2 millones de nuevas aplicaciones. Cada año se descargan 255.000 millones de aplicaciones móviles en todo el mundo. El gasto en publicidad móvil asciende a más de 350.000 millones de dólares y hay más de 2.600 millones de usuarios de juegos para móviles en todo el mundo y se espera que este mercado supere los 116.000 millones de dólares este año. Asia con 1.300 millones y Europa con 550 millones de usuarios lideran el ranking mundial.

Sin embargo, la cuarta revolución industrial implicó una enorme deslocalización de la industria hacia países emergentes con costes más bajos y menores restricciones medioambientales. El gran desarrollo de países como China, Taiwan o Singapur no tiene que ver con la demanda interna sino con las exportaciones de productos y servicios para una demanda occidental que se benefició de unos precios muy competitivos. Miles de empresas desplazaron sus centros de producción a China o Corea; desde los semiconductores al textil, descapitalizando a la sociedad europea, que se empobrece a pasos agigantados. Si antes los ingenieros debían estar en las fábricas o en las obras públicas, ahora trabajan desde Bangalore para todo el mundo con sueldos de 500 dólares. El brutal aumento de la capacidad adquisitiva y los nuevos hábitos individuales, han revolucionado el mundo de los viajes con una huella medio ambiental muy negativa para el ecosistema en el que habitamos.

La quinta revolución industrial, en ciernes, consiste principalmente en la apuesta por las industrias de valor, centradas en el ser humano y en la interconexión eficaz entre procesos, sistemas y máquinas. Este nuevo hito ejercerá un papel clave en la aportación de soluciones a los problemas que experimenta la sociedad, tales como: el cambio climático, el desempleo por la automatización de procesos, la falta de recursos, etc.

La quinta revolución industrial promueve una producción más sostenible y centrada en la persona. Además, permite que tanto los empleados como las empresas mejoren su productividad, sean más eficientes y afronten con mayor resistencia las situaciones adversas. Este nuevo paso se enfoca en una mayor y mejor colaboración entre el humano y la máquina. Una idea que ha ganado impulso en los últimos años, en parte porque se alinea con una nueva visión refrescante y a la vez alarmante sobre los negocios y la economía. Enfatiza la importancia del valor social, en lugar de la ganancia, de manera que las nuevas industrias deberán liderar las transiciones humana, digital y verde. 

No hay duda de que las industrias son muy importantes para la economía de un país. Crean empleo, contribuyen al PIB, aportan innovaciones y proporcionan servicios y productos para que la gente los consuma. Pero la forma en que operan es perjudicial para el planeta. La industria manufacturera y de producción consume el 54% de las fuentes de energía del mundo y es responsable de una quinta parte de las emisiones de carbono. El paso tan rápido de la tercera a la cuarta revolución ha generado un gap enorme en cuanto al talento y los procesos. La educación que hemos recibido la gran mayoría, los procesos administrativos, las relaciones laborales, la gestión de costes, y un largo etc. están basados en el caducado modelo de la tercera revolución industrial, y esto amenaza el modelo de vida y el liderazgo occidental frente a economías más dinámicas que han dado el salto mucho más rápidamente.

La Industria 5.0 está lista para regresar a los días anteriores a la industrialización, cuando los productos hechos a mano eran realizados por personas que conocían el proceso personalmente y les daban un toque humano. Este nuevo paradigma supondrá una involución respecto de la producción en masa que hemos conocido a lo largo de todo el siglo pasado.

Pero no hay revolución industrial sin un soporte de tecnologías disruptivas, y esta nueva se asienta en los descubrimientos que la ciencia está realizando: sistemas autónomos inteligentes; materiales inteligentes que se repararán solos como el cuerpo humano; creación y regeneración de órganos y medicina personalizada; inteligencia artificial sólida ya sea general o superinteligencia que superará a la de los humanos permitiendo que la máquina pueda reemplazar al hombre en todas las tareas y procesar información de manera infinitamente más precisa y compleja; robots colaborativos con el hombre; cuántica en la nube que permitirá procesar una información casi infinita que nos abrirá posibilidades que hoy nos resultan remotas; la explotación del espacio; el hidrógeno como fuente inagotable de energía; y la fotónica que revolucionará campos como la diagnosis y tratamiento de enfermedades, el desarrollo de fuentes de energía como la fusión y la implementación de soluciones de Smart farming, por citar algunos campos. Todo un catálogo de tecnologías disruptivas que modificarán nuestra forma de vida como nunca antes.

Las principales características de esta nueva revolución se pueden resumir en las siguientes:

Fabricación autónoma. Los beneficios de la fabricación autónoma son muchos. Aumentarán la productividad y reducirán los costes al eliminar las tareas repetitivas que se podrán programar sin conexión y ejecutarse por sí solas. Las máquinas pueden trabajar 24/7 sin descansar, lo que aumentará la producción. A medida que la automatización 5.0 mejore la productividad, los trabajadores se centrarán en tareas estratégicas y en las que el trato humano sea productivo y eficiente o moralmente necesario, mientras que los robots manejarán tareas mundanas y repetitivas. 

Experiencia del cliente. El futuro de la experiencia del cliente está cambiando rápidamente, y es fundamental para cualquier empresa mantenerse al día. Ya no es suficiente ofrecer un gran producto o servicio a un cliente satisfecho. Las empresas deben diferenciarse ofreciendo una mejor experiencia. A medida que el mundo se vuelve cada vez más competitivo, un enfoque basado en la experiencia del cliente es un diferenciador cada vez más importante para las marcas. El boca a boca viaja rápidamente y las expectativas de los clientes están aumentando de forma exponencial, de tal forma que una mala experiencia de un cliente puede ser muy costosa.

Hiperpersonalización. Cada vez más, los consumidores demandan productos y servicios personalizados y únicos para ellos. Las nuevas tecnologías de fabricación están en el corazón de la Industria 5.0, donde las empresas utilizarán las últimas innovaciones para satisfacer las necesidades de cada individuo. Las nuevas tecnologías evolucionarán de la gran línea de producción homogénea a la fabricación personalizada de grandes cantidades.

En la era de la hiperpersonalización, es importante recordar que el trato y la atención humanas no pueden ser reemplazados siempre por la tecnología. Las empresas deben ser capaces de combinar una mezcla de toque humano y una variedad de tecnologías para satisfacer las necesidades únicas de los clientes.

Cadena de suministro receptiva. Una cadena de suministro receptiva es un enfoque comercial flexible que está diseñado para satisfacer las demandas de una amplia gama de empresas y que podrá ajustarse rápidamente a los cambios en la demanda, el volumen de producción o el clima. Esto implicará la colaboración con nuevos socios, como proveedores de servicios logísticos y minoristas, para aumentar la flexibilidad y reducir los costes a lo largo de toda la cadena de suministro. 

Resiliente. En el mundo actual, la capacidad de una empresa para sobrevivir y prosperar en un mundo en constante cambio es fundamental. Es una habilidad necesaria para integrar al hombre y la máquina en un ecosistema empresarial cada vez más complejo y diversificado. En un entorno tan inestable, las organizaciones deben ser capaces de planificar las posibles interrupciones de su cadena de valor, cadena de suministro y canales de transporte. De hecho, los beneficios de la resiliencia en la Industria 5.0 se deben sentir en cada parte de la cadena de valor de una empresa.

Sostenible. Esta nueva revolución proporciona un lenguaje común para discutir temas como el valor social, la contaminación y el agotamiento de los recursos. Teniendo en cuenta los enormes y graves efectos apremiantes del cambio climático y el calentamiento global, los enfoques sostenibles se están convirtiendo en una prioridad ineludible.

Artesanía (toque humano). Hay muchos beneficios que tienen que ver con disponer de una fuerza laboral calificada en la industria 5.0. Cuando los trabajadores están bien capacitados y saben cómo hacer su trabajo correctamente, pueden producir productos de alta calidad y darles un toque personal convincente. Esto también conduce a menos errores y menos tiempo dedicado a corregirlos, lo que a su vez ahorra dinero para la empresa. Los beneficios de la artesanía van más allá de la apreciación estética. La actividad puede fomentar una necesaria comunidad y las amistades, que sustituirán a los impersonales ecosistemas industriales actuales. La elaboración artesanal implicará una salida creativa e incluso puede crear apoyo emocional en las personas de la cadena de valor. En general, tener una fuerza laboral calificada aporta creatividad y es un factor clave en el éxito de cualquier empresa.

En un mundo que sufrirá tensiones medioambientales y demográficas hasta finales de siglo, Europa necesita adelantarse a este fenómeno ya que será la primera en sufrir de forma acelerada la reducción y envejecimiento de población y los modelos tradicionales no servirán para resolver estos nuevos retos. De ahí la relevancia de adaptarnos cuanto antes a este nuevo hito de la historia económica y tecnológica.


Top 100 global Diciembre 2023. Capitalización.

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Top 100 Europeo diciembre 2023. Capitalización

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Ibex 35 España. Capitalización. Diciembre 2023

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sábado, 17 de febrero de 2024

DOS AÑOS DE GUERRA EN EUROPA

 CLUB LIBERTAD DIGITAL



ENRIQUE NAVARRO Seguir a @enavarrogil

Dos años de guerra en Europa

 



Cuando estamos a punto de cumplir dos años de guerra en Europa, debemos hacer una reflexión sobre todo lo que ha ocurrido, dónde estamos y qué puede pasar a corto y medio plazo. Lo más significativo de esta situación bélica actual es que nadie fue capaz de predecir hace dos años que estaríamos en febrero de 2024 en plena guerra, con Ucrania resistiendo y Rusia sufriendo grandes pérdidas pero todavía firmemente implantada en una amplia zona de Ucrania, aunque su victoria real es pírrica.  Podemos resumir el estatus actual desde el punto de vista operacional asumiendo que Rusia no ha alcanzado los objetivos de su invasión y ya es consciente de que no los conseguirá, y que Ucrania seguirá existiendo como estado democrático y con numerosos incentivos para ligarse a la defensa occidental, aunque podría perder la parte oriental y sureste de su territorio. 


Situación operacional.


Los fracasos de las anunciadas ofensivas ucranianas el año pasado y los pequeños pero significativos avances rusos en el frente, en la zona de Bajmut y Avdíivka, con solo ayer cincuenta y dos enfrentamientos entre tropas de ambos países, sugieren que Ucrania no estará en disposición de desalojar los territorios ocupados, por mucha ayuda que reciba, incluyendo los aviones de combate. En este momento de la guerra, las nuevas estrategias de los contendientes se han adaptado a la nueva realidad.


Las fuerzas rusas están intentando avanzar en los sectores de Lyman, Bajmut, Marinka, Avdiivka y Zaporizhzhia en el este y sur de Ucrania y mantienen un hostigamiento de artillería y aviación constante en toda la línea del frente, más de 700 kilómetros, con el objetivo de evitar contraofensivas y no comprometer más vidas propias; incluso ha llegado a utilizar la semana pasada por primera vez, el misil hipersónico Zircon, en una muestra de que está dispuesta a utilizar todo su arsenal para erosionar la moral ucraniana, ya bastante desgastada, quizás en su momento más bajo desde el comienzo de la guerra.


El Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, coronel general Oleksandr Syrskyi, recién nombrado por Zelenski tras el cese del anterior por graves desavenencias, declaró recientemente que la situación era «difícil» y que su objetivo actual era agotar el avance ruso. «El enemigo ahora avanza a lo largo de casi toda la línea del frente y hemos pasado de las operaciones ofensivas a las operaciones defensivas», dijo Syrskyi al canal de televisión alemán ZDF. «El objetivo de nuestra operación de defensa es agotar las fuerzas del enemigo, infligirle las máximas pérdidas, utilizando nuestras fortificaciones, nuestras ventajas en términos de tecnología, en términos de uso de aviones no tripulados, medios de guerra electrónica y manteniendo líneas de defensa preparadas», añadió.


Los drones en los que el mando ucraniano quiere sustentar su acción ofensiva, aun produciendo efectos muy significativos, como el reciente hundimiento de un barco de desembarco ruso en el Mar Negro, no cambiarán el curso de la guerra, aunque han permitido llevar la guerra hasta Moscú, pero al final es algo simbólico.


La estrategia de Rusia es agotar a Ucrania para fortalecer sus posiciones conquistadas y venderlas a su opinión pública como el cumplimiento del objetivo principal que era liberar a los rusos sojuzgados por el régimen nazi de Kiev. Rusia solo aspira a blindar su territorio, sacar partido de su victoria y prepararse para el siguiente golpe. Sabe que en este momento no tiene más opciones.


Un periodo tan largo de guerra nos permite extraer algunas conclusiones sobre dónde estamos y dónde podemos estar en el campo de batalla. Rusia ha perdido todo su armamento terrestre moderno, más de 3.000 carros de combate y más de mil piezas de artillería, junto a las decenas de miles de bajas de soldados más experimentados. Este desastre explica la escasa capacidad para una ofensiva exitosa a medio plazo, por mucho armamento que sea capaz de producir en las condiciones económicas tan difíciles que afronta la economía rusa. Ucrania, también habría sufrido grandes pérdidas, pero los reabastecimientos militares occidentales le habrían permitido mantener los inventarios y mejorar la calidad de los sistemas y su eficacia.


Es decir, en mi opinión, estamos llegando a una vía muerta que podría conducir a una situación de impasse que beneficiaría a las dos partes, pero más a Ucrania que es quien más necesita tomar aire y recibir la ayuda militar que debería llegar a finales de este año si Trump y sus cheerleaders en el Congreso no lo impiden.


La ayuda occidental


A pesar de lo que nos pueda indicar la propaganda, la ayuda europea ha sido muy limitada, claramente insuficiente para cumplir los objetivos de resistencia. Las numerosas deficiencias acumuladas en las pasadas décadas en la defensa europea: políticas, industriales, económicas y tecnológicas han aflorado en un conflicto que nos afecta, hasta el punto de colapsarnos. La incapacidad para fabricar la munición de artillería de 155mm suficiente para un conflicto bastante limitado, es un botón de muestra de esta situación que llevo denunciando décadas y es que Europa había renunciado a su defensa, España más que nadie.


Pero no todo es negativo. El consenso occidental y la ampliación de la OTAN a Finlandia y Suecia, son ya de por sí éxitos frente a Rusia, que no se compensarán con la derrota parcial de Ucrania. Rusia, aunque gane, saldrá mucho más debilitada, y en la jerga de Putin, amenazada, salvo que le salve la «campana Trump» en noviembre.


El Senado aprobó esta semana, gracias al apoyo de casi la mitad de los senadores republicanos, la ayuda a Ucrania por un importe de 60.000 millones de dólares, junto a un importante paquete de ayudas a Israel, Territorios Palestinos y al Pacifico. Ahora toca someter el proyecto al Congreso dominado por republicanos. A pesar de los intentos de Trump que instó a los miembros de su partido a no apoyarlo, parece que existirá una minoría suficiente republicana para sacar adelante la ayuda que significará un salto cuantitativo y cualitativo en las capacidades militares ucranianas. El propio presidente Biden se dirigió al Congreso y llamó a los republicanos a ignorar las intimidaciones de Donald Trump y aprobar el proyecto de ley.


Esta decisión ha debido molestar mucho a Trump que ha visto como el soporte de su partido no es tan firme como suponía. En este sentido, la invitación de Trump a Rusia para invadir a los países europeos que gasten poco en defensa, ha levantado todas las alertas, sobre todo porque sus votantes se han tomado literalmente esta amenaza y esperan que la cumpla y las naciones que ya le conocen se lo toman muy en serio. El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó a Donald Trump de «antiestadounidense» por sus comentarios sobre la guerra de Rusia en Ucrania y la OTAN y le acusó de haberse «inclinado ante un dictador ruso», algo que, según dijo, ningún otro presidente estadounidense había hecho jamás.


El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, instó a los miembros de su partido a apoyar el proyecto de ley y a no olvidar el papel de Estados Unidos en el mantenimiento de la seguridad global. «Sé que en algunos círculos se ha puesto bastante de moda ignorar los intereses globales que tenemos como potencia global», dijo McConnell. «Éste es un trabajo inútil para mentes ociosas. Y no tiene cabida en el Senado de Estados Unidos».


El senador Mitt Romney, uno de los opositores más abiertos al ala "MAGA" del Partido Republicano más leal al expresidente Donald Trump, dijo que «si Vladimir Putin aplaudía su posición, era hora de reconsiderar la posición».


El futuro.


Según escribió recientemente al anterior secretario general de la OTAN, el danés,  Rasmussen «la victoria dependerá en gran medida de si Ucrania y sus aliados pueden superar en producción a Rusia». La industria que sea capaz de continuar suministrando cuando el otro entre en colapso vencerá, y a este objetivo deben encaminarse todas las acciones occidentales.


Por primera vez desde 1945, Europa es testigo de una guerra al estilo más clásico que creíamos superado, en la que una gran potencia ha invadido otro país no sólo para subyugarlo sino también para anexar territorio. Alrededor de treinta países occidentales están proporcionando ayuda a Ucrania para contribuir a sus esfuerzos por repeler a Rusia, que a su vez cuenta con asistencia militar de Irán, Corea del Norte y Bielorrusia. Pero hemos de reconocer que el apoyo de Estados Unidos a Kiev está flaqueando, y esto está fortaleciendo la posición de Moscú, mientras que Europa es incapaz de asumir consensos y tomar el relevo que le quiere dejar Trump. 


La situación es tan grave que varios líderes políticos y militares europeos han subrayado que existe un riesgo real de que el conflicto llegue a Europa occidental. La posibilidad de que Donald Trump, que se opone a la participación de Estados Unidos en la OTAN, regrese a la Casa Blanca ha aumentado aún más las tensiones y debilita a la seguridad occidental.


«Tenemos que tener en cuenta que Vladimir Putin podría incluso atacar algún día a un país de la OTAN. Es poco probable que suceda ahora, pero nuestros expertos esperan un período de cinco a ocho años en el que esto podría ser posible», dijo en una entrevista reciente el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius. El ministro de Defensa danés, Troels Lund Poulsen, un liberal, redujo ese período de tiempo a entre tres y cinco años. «Podría haber una guerra en Suecia», dijo en enero Carl-Oskar Bohlin, ministro sueco de Defensa Civil y moderado. Son muchas las veces autorizadas que ven este escenario como probable.


Putin suele decir que no tiene intención de atacar a otros países, punto que reafirmó en su entrevista con Tucker Carlson. Pero también negó anteriormente públicamente cualquier plan de atacar a Ucrania. Es interesante recordar lo que dijo en el último Foro de Valdai: «Este no es un conflicto territorial ni un intento de establecer un equilibrio geopolítico regional. La cuestión es mucho más amplia y fundamental y tiene que ver con los principios que subyacen al nuevo orden internacional». En otras palabras, no se trata sólo de Ucrania y la región, sino de supuestos principios fundamentales y nada le impide defender esos principios en otros países. La acumulación de capacidades en la frontera norte con la OTAN y las amenazas a Finlandia que se han recrudecido con la elección del conservador Stubb como presidente, claramente partidario de mano dura con Putin, no son cuestiones baladíes. El reconocimiento en el Comité de Inteligencia del Congreso de Estados Unidos esta semana de que Rusia planea instalar armamento nuclear en el espacio, es una prueba evidente de que estamos ante una agresión en toda regla sin límites.


En Occidente, esta perspectiva se toma cada vez más en serio. Todas estas declaraciones de los políticos europeos son un intento de impedir que eso suceda. La única manera de evitar una guerra a gran escala es que Europa está preparada para ello. Rusia hoy es un país que, bajo Putin, busca aprovechar su debilidad. La debilidad invita a la agresión, la fuerza la disuade. Por eso las advertencias buscan generar conciencia, crear un entendimiento que ayude a los países a prepararse para algo que tiene altas probabilidades de suceder.


Pero la guerra no se juega solo en el Frente. La invasión rusa de Ucrania es una empresa enorme: el 35% de todo el gasto público ruso se destina a la guerra. China ha ayudado a Rusia a eludir las restricciones al acceso a las tecnologías occidentales, y el comercio bilateral ha crecido mucho, alcanzando más de 200 mil millones de dólares en 2023. Pero Beijing también está presionando a Moscú, por ejemplo, frenando el lanzamiento de un nuevo gasoducto ruso-chino, en un intento por presionar al Kremlin para que ceda y acepte condiciones más favorables. A pesar de ello, es evidente que Putin ha estabilizado la situación y está convirtiendo a Rusia en una economía de guerra y cuenta con aliados poderosos para saltarse todas las restricciones.


El asesinato de Navalny, sin duda es un gran error estratégico de Putin, que ha perdido toda restricción moral lo que le hace impredecible y este es mayor riesgo. Todo parece indicar que quiere llevar el mundo al borde del abismo. Con la victoria asegurada en las elecciones del mes que viene, podemos temernos lo peor.


Si Estados Unidos no garantiza su apoyo, Europa está lejos de tener un elemento de disuasión creíble porque no es un frente unido. Sus fuerzas armadas están fragmentadas, tienen problemas de interoperabilidad y no están acostumbradas a luchar. Pero, sobre todo, no hay unidad política. Si los estadounidenses renuncian a su liderazgo, lo que bien podría suceder si gana Trump, no podemos realmente esperar que los europeos avancen como una fuerza unida, es una quimera.


El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo en un comunicado el domingo que «cualquier sugerencia de que los aliados no se defenderán entre sí socava toda nuestra seguridad, incluida la de Estados Unidos, y pone a los soldados estadounidenses y europeos en mayor riesgo». El ministro de Defensa de Polonia, que ha estado bajo control ruso la mayor parte de las veces desde finales del siglo XVIII, dijo que «ninguna campaña electoral es una excusa para jugar con la seguridad de la Alianza».


En conclusión, estamos ante una situación caótica, complicada y con unos riesgos enormes de extensión del conflicto. Lo que el votante republicano debe entender es que Trump pretende convertir el país en una Corea del Norte blindada y sorda ante lo que sucede fuera. Esto supone terminar con la doctrina tradicional republicana de que cuando América lidera el mundo, está más segura, y que si deja de ser el faro de la libertad perderá su legitimidad para dar lecciones a nadie y estará mucho más amenazada y sobre todo sola para afrontar el fin de su liderazgo militar en el mundo frente a China.